¿En nombre de quién ofrecemos la salvación?
(Juan 20:21-22; Mateo 28:19-20; Apocalipsis 14:6-7) Blog Oct. 8-14, 2023
Preparado por Ricardo Marín – Pregonero de Justicia PO Box 700, Fallbrook, CA 92088-0700 USA
REPASO: La humanidad fue creada para tener comunión con la Deidad. Dios deseaba una relación eterna con la humanidad basada en su pacto de amor. Antes de la creación de esta tierra, Dios tenía un plan de restauración en caso de que la humanidad rompiera su relación con Dios. Cuando Adán rompió el pacto de vida, Dios vino buscándolo y ofreciéndole perdón basado en la muerte de un Sustituto divino, pues es su continuo deseo de ser Dios con nosotros.
Su origen
1. ¿Quiénes participaron en la creación de esta tierra y de la humanidad? Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo trabajaron juntos en la creación de esta tierra y de la humanidad (Gén. 1:1-3; 2:26-27).
2. ¿Cómo refleja la creación de la humanidad la relación interpersonal de la Deidad? La humanidad fue creada hombre, mujer y prole, lo que refleja la relación interpersonal de la Deidad que trabajó junta en la creación (Gén. 2:26-28; Juan 1:1-3).
3. Cuando la humanidad cayó, ¿qué miembro de la Deidad buscó su restitución? Los tres miembros de la Deidad, trabajando en armonía, se acercaron para restaurar a la humanidad. Si bien los roles del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son distintos, su propósito y meta son los mismos. El Espíritu convenció a la pareja culpable de pecado, el Padre, en amor, dio a su Hijo unigénito, y Jesús se comprometió a sí mismo como sacrificio por el pecado (Juan 3:16; 16:8; Heb. 9:26).
4. Viendo que el Padre lo envió para ser el Salvador del mundo, ¿a quién envió Jesús para proclamar la salvación? Jesús envió a sus discípulos a proclamar la salvación al mundo (Juan 20:21-22; 1 Juan 4:14).
5. Según Juan 20:21-22 ¿quién participa en enviarnos a proclamar la salvación? El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo están involucrados en nuestra comisión de proclamar la salvación (Juan 20:21-22).
Su propósito
6. Cuando Mateo registra la comisión de Jesús a sus discípulos, ¿en nombre de quién deben ofrecer la salvación? La salvación sólo se ofrece en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo porque son un solo Dios que trabaja en armonía para la restitución de la humanidad (Mateo 28:19).
7. ¿Qué debemos hacer para cumplir nuestra misión a la humanidad? Nuestra comisión es enseñar a todas las naciones y bautizarlas en la familia de Dios (Mat. 28:19).
8. ¿Qué debemos enseñar a todas las naciones al cumplir nuestra comisión divina? Debemos enseñar a todas las naciones todo el consejo de Dios: todo lo que Jesús nos ha mandado (Mat. 28:20; Hech. 20:27).
9. ¿Qué nombre damos a los que reciben enseñanza? A los que reciben enseñanza los llamamos estudiantes o discípulos (Mar. 9:31; Luc. 11:1; Hech. 11:26).
10. ¿Cuál es entonces el objetivo de nuestra misión? Nuestra meta es hacer discípulos, llevándolos a la comunión de la iglesia mediante el bautismo (Mat. 28:19-20; Mar. 16:15-16).
11. ¿Qué características de un verdadero discípulo dio Jesús? Jesús dijo que los verdaderos discípulos continúan en su palabra, se aman los unos a los otros y llevan mucho fruto (Juan 8:31; 13:35; 15:8).
Su mensaje
12. ¿Cuáles dos creencias fundamentales son esenciales para todos los discípulos? La Ley y el Evangelio son las dos creencias centrales esenciales para todos los discípulos de Cristo (Isa. 8:16, 20; Apoc. 12:17; 14:12).
13. ¿Qué debe creer una persona antes de poder convertirse en discípulo? Una persona debe creer que no merece la vida y que el evangelio de Jesús es su única esperanza (Luc. 18:13-14; Juan 1:12; Hech. 16:30).
14. ¿Qué es el evangelio? El Evangelio es la historia de la encarnación, vida, muerte, resurrección y ascensión de Cristo (Hech. 20:24; Rom. 1:16-17; 1 Cor. 1:17; 15:1-8; 2 Tim. 2:8).
15. ¿Cómo es que al creer en lo que Jesús hizo en la tierra hace que uno sea discípulo e hijo de Dios? Lo que Jesús hizo en la tierra fue hecho como Garante y Sustituto de los pecadores y cuando lo presentamos a Dios como propio, somos considerados justos y nuestros pecados son perdonados y deseamos aprender más y más acerca de él (Rom. 5:1- 11; 2 Cor. 5:17, 21).
16. ¿Qué lugar se le da al evangelio al final de la historia de la tierra? El Apocalipsis dice que en el tiempo del juicio final se debe predicar el evangelio eterno porque es nuestra única esperanza de pasar el juicio (1 Ped. 4:1-6; Apoc. 14:6-7).
17. ¿Hasta qué punto debe proclamar el evangelio el pueblo de Dios en los últimos días? Nuestra misión es para todo el mundo: cada nación, tribu, lengua y pueblo (Mat. 24:14; 28:19; Hech. 1:8; Apoc. 14:6).18. ¿Cuán agresivo debe ser el pueblo de Dios al compartir el Evangelio? Si Pablo es un buen ejemplo, entonces debemos ser bastante agresivos en la realización de nuestra misión (1 Cor. 9:22-24; Col. 1:23).