¿Qué debemos hacer para recibir el sello del Dios Viviente?

(Daniel 12:1-13; Efe. 2:15; 1 Tim. 5:24; Apoc. 1:7; 13:5; 14:23; 22:11) Blog 22-28 Mar. 2020

Preparado por Ricardo Marín – Pregonero de Justicia PO Box 700, Fallbrook, CA  92088-0700 USA

REPASO: En Daniel aprendimos que Dios planea restaurar su dominio perdido, rey destronado, santuario saqueado, y pueblo cautivo en la tierra; que la Biblia debe ser su propio intérprete si queremos entender adecuadamente el libro; y que el plan de operación de Dios con la humanidad es “tiempo, prueba, resultados”. La restauración del reino de Dios en la tierra vendrá solo a través de crisis y la intervención divina (prueba de “la gran explosión”).

Los cuatro esquemas proféticos de Daniel se construyen uno sobre el otro, enseñándonos que desde el tiempo del profeta surgirían cuatro imperios mundiales seguidos de diez reyes, seguidos de un “cuerno pequeño” blasfemo, seguido de un régimen ateo y un rey renovado del norte que intenta desviar a todos de la “crisis y liberación” de Dios.

El capítulo diez reveló la naturaleza de la restauración de la “gran explosion”, que es Jesús como sumo sacerdote intercediendo por su pueblo en el día del juicio. Esto solo puede hacerlo porque, como Príncipe del pacto eterno, cumplió los seis requisitos que se le dieron en Daniel 9:24 al vivir una vida humana perfecta y morir una muerte expiatoria por nuestros pecados.

El tiempo de la “gran explosión” (Dan. 12:1-4; Prov. 11:30; Rom. 8:17-18; Ef. 2:15; Heb. 2:10; Apoc. 13:8)

1. ¿Cuándo pone de pie Miguel para la liberación del pueblo de Dios? Cuando el nuevo rey del norte (pentecostalismo estadounidense) planta su templo en el Lugar Santo entre el Lavacro y el Lugar Santísimo (Monte Sión, donde el pueblo de Dios debe entrar para recibir el borrar de sus pecados y el sello de Dios Apoc. 7).

2. ¿Qué evento viene con el “ponerse de pie” de Migucl? Un tiempo de angustia peor que cualquier otro anterior.

3. ¿Quiénes serán libertados en ese momento final de angustia? Todo el pueblo de Dios cuyos nombres permanecen en el libro de la vida.

4. ¿Quién escribió el libro de la vida y qué contiene? Jesús lo escribió porque es el libro de la vida del Cordero, un registro de su vida perfecta y muerte expiatoria en la tierra y todos los que están en Cristo por medio de la fe están incluidos.

5. ¿De qué está hablando Daniel 12:2? Cuenta de una resurrección especial en la cual aquellos que murieron creyendo los mensajes de Apocalipsis 14:6-12 (ver v. 13) junto con los perseguidores más viles de Cristo (Mateo 26:64; Apoc. 1:7) serán resucitados en la voz de Dios (Apoc. 16:17) para ver a Cristo viniendo en las nubes de gloria.

6. En el momento de la resurrección especial, ¿qué recibe el pueblo de Dios según el versículo 3? Reciben la glorificación, haciéndolas brillar como las estrellas por la eternidad.

7. ¿Cuándo dice Gabriel que sus profecías de Daniel serán reveladas y ampliamente proclamadas? En el tiempo del fin, 1798 en adelante.

El hombre sobre el agua (Daniel 12:5-10; 7:25; Ecl. 12: 13-14; Apocalipsis 22:11)

8. ¿Quiénes más, aparte de Jesús, se le aparece a Daniel en el río Hidekel? Otras dos personas; probablemente el Padre y el Espíritu Santo.

9. ¿Por qué levantó Jesús las manos cuando enumeraba aquí los datos? Porque estuvo haciendo un juramento pactal en nombre del Dios Eterno que los periodos proféticos enumerados en este libro tienen una sola, y no cambiable, aplicación.

10. Cuando se le preguntó “¿Cuánto durará el final de estas maravillas?” ¿Qué respondió Jesús? Que los 1260 años de supremacía papal deben cumplirse y luego sucederán todas estas cosas.

11. Al aplicar el símbolo de 1260 días de manera constante, ¿qué más podemos aprender sobre este período? Que los dos testigos de Dios profetizan en vestidos de cilicio durante este tiempo (Apoc. 11:3); que la iglesia del Nuevo Testamento como Elías es alimentada en el desierto (Apoc. 12:6); y que la bestia de Apocalipsis 13 reina para este período (ver v. 5).

12. ¿Qué preguntó Daniel cuando estuvo perplejo por la respuesta de Jesús? “¿Cuál [no cuándo] será el final de estas cosas?”

13. A pesar de decir que estas cosas fueron selladas hasta el tiempo del fin, ¿a qué evento señaló Jesús como la conclusión de todo el asunto? La decisión final del juicio de Dios que separa a los justos y los malvados (este es la “gran explosión” en cada una de las historias y profecías de Daniel).

14. ¿Qué pasaje del Nuevo Testamento es paralelo a Daniel 12:10? ¿Y que significa? Apocalipsis 22:11 que muestra cómo el juicio final de Dios determinará irrevocablemente los casos de todos y que solo habrá dos clases: los justos y los malvados.

El hombre vestido de lino concluye (Daniel 12:11-13; 8:11-14; Sal. 7:8; Ecl. 9:5-6; 1 Tim. 5:24)

15. ¿Cómo debemos entender el período de tiempo de 1290 días en el versículo 11? Ese es el número de años transcurridos desde que el cuerno pequeño bajo del cielo el ministerio de Jesús en perdonar los pecados poniendo el perdón en manos de los sacerdotes terrenales (el establecimiento de “la abominación desoladora”)(508 DC) hasta el tiempo del fin (1798 DC).

16. ¿Cómo debemos entender el período de tiempo de 1335 días en el versículo 12? Ese es el número de años transcurridos desde la creación de “la abominación desoladora” (508 DC) hasta el momento en que el juicio final de Dios y la purificación del santuario celestial ocurrirán (1843 DC).

17. ¿Qué se le dice a Daniel en el versículo 13? Que descansará en la tumba hasta su resurrección, cuando se le dará la corona de la vida eterna (no hay vida intermedia del alma en el cielo, sino que los muertos descansan en la tumba) y que sus profecías tendrán el efecto deseado en los últimos días.

18. Dado que ahora estamos viviendo en el tiempo del juicio final de Dios que ofrece el borrar de nuestros pecados perdonados, ¿qué debemos hacer para recibir el sello del Dios Viviente? Debemos seguir a Jesús por fe al Lugar Santísimo celestial, pidiendo “Júzgame, oh Dios”, mientras dependemos como Daniel de la misericordia de Dios y enviamos nuestros pecados de antemano al juicio mediante oración ferviente.